Paul-François Groussac (15 de febrero, 1848 - 27 de junio, 1929) fue un escritor, historiador, crítico literario y bibliotecario Franco-Argentino. Nació en Tolosa de Catherine Deval y Pierre Groussac, un descendiente de una vieja familia de Languedoc.
En su juventud en Tolosa estudió los clásicos. En 1865 se matriculó en la École Navale, pero optó por no ejercer la carrera militar. El año proximo se trasladó a Buenos Aires, donde se quedó el resto de su vida. Durante los proximos diecisiete años, trabajó como catedrático, dirigió la Escuela Normal de Tucumán y ocupó el puesto de inspector de los colegios nacionales. En 1883 se fue a París. Después de regreso a Buenos Aires en 1885 fue designado inspector de educación y jefe de la Biblioteca Nacional. Ocupó este cargo hasta su muerto cuarenta y cuatro años después.
Sus obras más destacados son La Biblioteca (1896) y Anales de la Biblioteca (1900), que fueron antologías de ensayos críticos, relatos históricos de la biblioteca y documentos pertiniente a la historia del Río de la Plata. Como redactor de la revista SudAmérica, Groussac se encontró en el centro del mundo literario de Argentina. Sus obras subsiguientes, como Estudios de historia argentina, Ensayo histórico sobre el Tucumán y Mendoza y Garay se destacaron por una riqueza de factos, descripciones vívidas de personajes y sus entornos, y un estilo lúcido y esmerado. Otras de sus obras significantes son Fruto vedado, Relatos argentinos, La divisa punzó, Crítica literaria y Las islas Malvinas.
Su póstuma reputación fue apoyado por menciones frecuentes en los ensayos críticos de Jorge Luis Borges, quien escribió su necrología. En el ensayo autobiográfico La Ceguera, Borges mencionó la influencia de Groussac sobre Alfonso Reyes, a quién apreciaba mucho: "Alfonso Reyes me dijo: Groussac, que era francés, me enseñó cómo debe escribirse en castellano."
Como crítico, Groussac fue muy conocido por su carácter despiadado y intratable, y por su sarcasmo fulminante. Borges analizó unos de sus insultos literarios en Arte de injuriar (1933), un artículo de Sur.
También hay unos paralelos biográficos entre Groussac y Borges: entre 1955 y 1973 Borges ocupó el viejo puesto de Groussac en la Biblioteca Nacional. Además, fueron ambos ciegos durante sus respectivas ocupaciones.