JOAQUIN CASTELLANOS
Perteneció a una familia de gran arraigo en Salta. Nació en Salta el 21 de abril de 1861.
Era un verdadero erudito. Su vasto conocimiento sobre el pensamiento grecolatino y de los escritores clásicos y universales, definen en él su concepción del hombre y el mundo.
Fue poeta, escritor, estadista y gobernador de Salta. Su voluminosa obra en prosa y poesía adquieren presencia y resonancia en el paisaje literario argentino con los maestros del modernismo: Leopoldo Lugones y Rubén Darío. Recientemente el Senado Nacional hizo editar sus obras completas.
Muere el 28 de septiembre de 1932, en un hospital de Tigre de la provincia de Buenos Aires.
Algunas coplas de “La gran querencia”
Para el trago no soy lerdo;
donde pechan, pecho más;
si en una de a pie me meto
nunca doy un paso atrás.
Para el facón no soy manco
ni en crujidas soy enclenque;
cuando me atan, tironeo
hasta que arranco el palenque.
En lances de amor y juego
no me falta un buen entronque
donde dicen: aquí hay enque
yo respondo: aquí hay con que.
Pialador en el desierto
de avestruces cimarrones,
soy también en el poblado
pialador de corazones.
Por amar sufro una pena
que da gozo en el sufrir;
una pena que me mata
y a un tiempo me hace vivir.
Conozco muchos oficios
con muchas sabidurías;
pero mucho más que ciencia
hoy se aprende picardías.
Caballo con mucho amanse
se hace pronto mancarrón;
no hay buen pingo ni hombre entero
sin algo de redomón.
Soy obediente a la rienda
y arisco para el fiador;
cincha aguanto; pero nunca
ni bozal ni maneador.